Muchas veces por sentirnos frustrados, molestos, furiosos decimos una serie de barbaridades, de los que luego nos arrepentimos, porque no es realmente lo que sentimos.
Cuando el niño o la niña no cumple con las reglas que su madre le impone, como mantener la habitación de juegos en orden y día tras día se le recuerda esta obligación, nadie podría culpar al padre o a la madre que le grita "Como no vuelvas a arreglar el cuarto de juegos", no volverás a ver televisión el resto de tu vida, sabemos que la niña o niño, volverán a incurrir en ese error y a pesar que la madre se sienta más tranquila por haber gritado y luego de esto sienta remordimiento por el mal trato hacia su hijo, este caerá en el mismo error, pero sobre todo no se habrá cumplido con el requisito básico de cualquier sistema de disciplina, que es hacer saber al niño que cuando incumpla un mandato, el deberá pagar un precio, en este caso es no ver la televisión.
Un sistema de disciplina más meditado solo puede traducirse en niños niños con confianza en si mismos, por ende considerados y felices, a continuación algunos puntos de la mejor forma de disciplinar a los niños.
Se consistente: si tu niño tiene la costumbre de jalar los cabellos de sus compañeras y jala a Gabriela y mañana a Miranda y así sucesivamente tendrás que castigarlo todos los días que haga esto, de lo contrario, el lo único que logrará es confundirse, ya que probará jalar los pelos a otras niñas hasta probar que puede evadir el castigo aunque sea solo una vez.
Se justa: un castigo muy prolongado es algo que el niño no entiende, si tu le advertiste que no fuera a la pista en bicicleta porque esta es muy concurrida, no lo castigues seis meses, el jamás lo asumirá, peo si le dices que no saldrá el fin de semana, el comprenderá porque es castigado.
Se claro: El propósito de todo padre es enseñar al niño como comportarse, entonces tienes que hablarle claramente y hacerle entender porque cierto tipo de comportamiento es el adecuado y otro no, es preferible hablar que gritar al hijo cada vez que deje la puerta abierta del patio.
Explicar al niño que si deja la puerta abierta, se corre el riesgo del ingreso de bichos o animales indeseables en la casa, ser claro es ser específico.
Decirle al niño "no te vayas muy lejos" es una vaguedad es preferible decirle, quédate en el jardín o en el patio, son órdenes más fáciles de entender y esto le ayudará a entender las consecuencias de su actuar.
Critica constructivamente: si tu niño voltea el vaso de leche, puedes descargar la cólera que sientes, pero no le estas enseñando al niño la importancia de ser cuidadoso, recuerda que el niño al sufrir un castigo no solo se siente mal, es lógico que también haya aprendido algo.
Actúa enseguida: los niños deben recibir un premio o un castigo después de que su acto de buena o mala conducta haya tenido lugar, no esperes que recuerden lo que hicieron mal al cabo de muchas horas.
Se sincero: Si tu sonríes cunado estás humillando a tu hijo, lo más probable es que lo confundas y sucederá lo mismo si le dices frases amables.
El tono de voz es muy importante que las palabras , si el tono dice una cosa y las palabras dicen otra cosa, al niño le resultará muy difícil desentrañar lo que le quieren comunicar.
Un sistema de disciplina más meditado, solo puede traducirse en niños con confianza en ellos mismos, considerados y felices.
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