Como los verdaderos amores así son los diamantes duraderos y eternos, no solo por la dureza de esta piedra, sino porque son regalos exquisitos y de gran valor, como para que no se nos olvide.
En esta oportunidad vamos a mencionar alguna de las tantas cualidades que poseen estas piedras preciosas:
Cada diamante es diferente aunque a simple vista parezcan iguales durante el proceso de cristalización que da origen al diamante , la naturaleza parece que dejara su marca de nacimiento que son conocidas como imperfecciones, la pureza de la piedra de diamante depende de estos detalles.
La capacidad con la que cuenta para emitir el brillo y reflejo de la luz blanca , conocida como fuego de un diamante, es la virtud más característica con la que cuenta un diamante, es una capacidad muy especial con la que cuentan estas piedras preciosas.
La dispersión es una característica de estas piedras que al contacto con un rayo luminoso que penetra por la gema se descompone en un haz lumínico.
No hay piedra preciosa que pueda superar este haz lumínico.
Cada movimiento emite resplandor y brillantez, lo que a sido fuente de inspiración de poeta, este brillo se a asociado, con lo mágico, con lo positivo, amuletos de buena suerte, como la pureza de la misma luz.
Un diamante bien tallado tiene la capacidad de reflejar la luz de una vacilante luz de vela, sin importar el tamaño de la fuente luminosa.
Pulidor, es el que en base al contorno de la piedra en bruto le dará la forma final.
Utilizados en cualquier pieza de joyería, pero preferentemente en los anillos de compromiso, pendientes, pulseras , y pasadores de corbata.
Generalmente las joyas trabajadas con diamantes gozan de diseños exclusivos, pues los joyeros no se atreverían a desperdiciar una de estas piedras en modelos mediocres.
La forma más popular del diamante en los anillos de compromiso es el diamante redondo.
La talla más conocida tiene 58 facetas, como las del brillante.
Estos cortes y pulidos son los que producen el intenso brillo en los diamantes.
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