Muchos jóvenes se muestran retraídos socialmente y se quejan que no son populares entre sus amigos y compañeros de la escuela, a veces esto no es cierto y constituye un simple complejo del que sufre el niño, pero este es un aviso ya que puede constituirse en un trastorno emocional más seria que amerite la participación de un especialista.
Tal vez el problema radique en algún rasgo de la personalidad del niño que resulta molesto para los demás, en todo caso la mejor manera de hacer un diagnóstico acertado es la de invitar a la casa con mucha frecuencia a los compañeros y compañeras del niño en cuestión y observar la forma en que el niño y sus amigos se proyectan socialmente.
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