Los celos generalmente se dan en las relaciones amorosas entre hombre y mujer, pueden tener muchas manifestaciones.
Podemos tener celos de las amigas de los amigos, de la posición social que poseemos y nos lleva muchas veces a desdeñar a las personas, de nuestras pertenencias y hasta de nuestras ideas.
En cualquiera de esas manifestaciones, los celos excesivos puede hacer mucho daño, sin embargo a la hora de tratar de curarnos de los celos que nada bueno representan para nosotros, lo recomendable es combatir cada situación y ni siquiera oponernos directamente al sentimiento de los celos , a través de una auto prédica.
Esas cosas ayudan, pero no van a la raíz de la dificultad , ya sabemos que la base de los celos es la inseguridad emocional.
El tratamiento consiste en reforzar la seguridad que en sí misma puede experimentar la persona, muchas veces en casos extremos se necesita los servicios de un profesional un psicólogo o un psiquiatra, pero una solución para este tipo de personas es el cambio de actividad que le restituya la autoconfianza.
Hay que destacar que la desconfianza en uno mismo se refleja en la falta de confianza con los demás, en una suspicacia general con respecto a los demás, lo que origina los celos destructivos, es por esta razón que ponemos énfasis en el tema que tener celos, no es amor sin que esto signifique la posibilidad de amar.
En su campo apropiado de acción los celos están latentes mientra no haya motivo de sabre salto pero fluyen ante la menor señal de peligro.
Hay personas profundamente enamoradas y no por ello sienten celos, los celos que se suscitan con demasiada facilidad como los que abarcan más de lo debido, pueden coexistir con el amor, aunque lo más probable es que no sean producto de este, sino de falta de confianza.
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