Un detalle en la decoración puede hacer un mundo de diferencia. La habitación más sencilla, aquella con muebles y adornos caros, si no posee un sello personal no es nada, si no añades un pequeño detalle.
Una pared pintada con el color que más prefieras, la obra de arte de tu artista favorito o simplemente un jarrón con las flores que más te gustan, son esas pequeñas grandes cosas que hacen la diferencia.
No hay reglas en cuanto a los materiales del que estén hechos, ni en que consistan, no hay necesidad que sean caros, su sello principal radica en la originalidad, y belleza que esta aporte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario