Los niños son como las flores al jardín, un hogar sin ellos es como un jardín sin flores, aunque se respeta la decisión de muchas parejas de no contar con ellos en su hogar, hay que tener especial cuidado cuando de implar reglas se trata, estudiar el carácter de cada uno de ellos será fundamental para no cometer errores en su educación, solo de ti depende que la armonía reine en el hogar, pues el temperamento de los niños no siempre son igual.
Mantener la calma, paciencia y un tono sosegado pero firme es muy importante, las peleas entre hermanos nunca terminan, es por esta razón que prohibirlas no ayuda en nada, seguidamente te ofrecemos algunas pautas que puedes aplicar en la educación de tus niños, esperemos sean de gran utilidad.
Establece reglas entre ellos, como arreglar el cuarto de juegos, las horas de comida, la hora de acostarse, la hora de bañarse, etc.
Imponer que se quieran, solo por el hecho de ser hermanos, no ayuda, el amor entre hermanos fluye de forma natural y con el tiempo verás el gran cariño que sienten el uno por el otro.
Evita crear conflictos cuando el hermano menor, rompe un juguete del hermano mayor, haciendo que el menor aprenda a respetar las cosas de cada quien.
No los compares jamás, respecto a sus cualidades, virtudes y defectos, trata no no exigir siempre lo mismo.
Trata que reine la armonía entre ellos, así se reducirán las discusiones, hasta llegar a una relación aceptable.
Evita la monotonía, el solo hecho de tenerlos siempre delante de la televisión para que estén "tranquilos", esta inactividad provoca peleas.
No siempre el hermano mayor tiene que ceder ante un capricho del hermano menor, tampoco lo hagas sentir responsable del hermano menor.
Demuestra el cariño y gran amor que sientes por ellos y cuánto más evidente sea, mejor, tienes que tener presente que no son iguales y reaccionan de distinta manera.
Elogia siempre las buenas actitudes de tu hijo y alienta para que corrijan sus dificultades.
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